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Cómo mejorar la calidad del aire interior

La contaminación es mucho más que un problema que se da en el exterior.

De hecho, según la Agencia de Protección Ambiental², es más probable que la mayoría de nosotros experimentemos más contaminación en interiores.

La agencia afirma que puede haber una cantidad de agentes contaminantes entre dos y cinco veces mayor en un edificio que en el exterior, y clasifica la contaminación del aire interior dentro los cinco principales riesgos ambientales para la salud de las personas.

La Organización Mundial de la Salud² estima que la mala calidad del aire interior es responsable de 3,8 millones de muertes prematuras cada año.

Este peligro para nuestra salud, comodidad y rendimiento está causado por:

  • Materiales¹ utilizados en la construcción y decoración, que pueden ser fuentes a largo plazo de compuestos químicos transportados por el aire
  • La eficiencia energética y un mejor aislamiento, si bien son algo bueno, pueden tener el efecto colateral de atrapar contaminantes si la ventilación no es lo suficientemente buena
  • Actividades como cocinar o la limpieza, que pueden permitir la liberación de pequeñas partículas, gases y compuestos químicos en el aire
  • Esporas de hongos y bacterias

Cualquiera de estos factores puede dar lugar al síndrome del edificio enfermo, con síntomas tales como irritación de ojos, nariz y garganta, dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad, opresión en el pecho y sibilancias e irritación de la piel

La necesidad de mejorar la calidad del aire de los edificios, desde escuelas y hospitales hasta oficinas y hogares, nunca ha sido tan apremiante. Así es como podemos comenzar:

Ventilación

Aportar aire limpio al interior de un edificio reemplaza el aire contaminado y elimina todos los agentes contaminantes de la atmósfera.

La forma más obvia de hacerlo es asegurarse de que las ventanas se abren de forma regular. Sin embargo, este hecho lleva asociado sus propios problemas, puesto que el aire exterior contiene otros contaminantes, lo que significa que estás añadiendo nuevos contaminantes a tu entorno.

Además, abrir las ventanas no es factible durante los meses más fríos y puede tener un impacto significativo en la eficacia de los sistemas HVAC, con el consiguiente aumento de los costes.

Allí donde no es posible abrir ventanas, algunas medidas que pueden ayudar a una mejor ventilación son los extractores, deshumidificadores, aire acondicionado, ladrillos de ventilación y purificadores de aire interior. Estos últimos son los que comentaremos con mayor detalle más adelante.

Limpieza

Un aspirador con un filtro HEPA ayudará a eliminar el polvo de las moquetas y del mobiliario blando, mientras que para la limpieza diaria de las superficies duras deben utilizarse paños de microfibra.

Prevenir es mejor que curar. A los ácaros del polvo les gustan los espacios cálidos, oscuros y húmedos, por eso deben mantenerse secas y bien ventiladas salas y habitaciones para reducir al mínimo sus niveles.

Al minimizar el desorden e insistir en una política de escritorio despejado en los entornos laborales, los agentes contaminantes y las partículas de polvo serán más fáciles de eliminar.

Plantas

Además de crear un entorno laboral atractivo, las plantas pueden aportar su granito a la mejora del aire interior.

El uso de vegetación para mejorar nuestro aire se ha hecho popular tras un estudio de la NASA que descubrió que dos plantas, los lirios de la paz (Spatiphyllum «Mauna Loa») y los crisantemos de floristería (Chrysanthemum morifolium), podrían ayudar a reducir los niveles de algunos contaminantes de interiores, incluido el formaldehído y el benceno.

Aunque estudios más recientes indican que necesitamos un enorme número de plantas para lograr de verdad estos beneficios, su presencia seguiría suponiendo una ventaja marginal.

Purificación del aire

Para saber en qué medida el aire de tu edificio está limpio y es seguro, algunos purificadores de aire pueden proporcionar información acerca de la calidad del aire y activarse automáticamente cuando detectan la presencia de contaminantes en el aire.

Sin embargo, no todos los purificadores de aire, ni los filtros HEPA, son iguales. Busca modelos con filtros True HEPA, que puedan filtrar el 99,97 % de los agentes contaminantes con un tamaño de partícula de 0,3 micras. O aún mejor, los filtros True HEPA H13 de «categoría médica» que capturan el 99,995 % de todas las partículas con tamaño de 0,3 micras o superior.

Los purificadores de aire que combinan filtros True HEPA con filtros de carbono, diseñados para capturar olores y compuestos orgánicos volátiles, son sumamente eficaces cuando se quiere mejorar la calidad del aire interior. Usados en combinación con las medidas que hemos mencionado anteriormente, son la mejor forma de ayudar a limpiar el aire que respiras.